Es habitual pensar que, cuando se habla de vegetales en depuración de aguas, estos depuran por que se "comen" los nutrientes. Es decir, que su capacidad principal de depuración está constituida en un afino final mediante una eliminación y acumulación de nutrientes.
La visión anterior es la propia del "ver exclusivamente" a los elementos vegetales como instrumentos agronómicos. Pero, con los humedales naturalizados en flotación, esto no es así.
Al poner a flotar de forma estable una serie de vegetales que por sí mismos tienen capacidad de introducir oxígeno al agua, además de propiciar el soporte a los microorganismos aerobios que remueven la carga contaminante, se consigue constituir un hábitat que interacciona con su entorno. Es decir, se ha conseguido formar un nuevo ecosistema. Un ecosistema que necesita menos energía externa y que produce menos residuo en forma de lodo biológico.
Este ecosistema adecuadamente dirigido es capaz de servirnos de herramienta para, primero despolimerizar las moléculas contaminantes, y posteriormente transformarlas en elementos inocuos para el medio ambiente.
Por eso, los humedales naturalizados en flotación tienen su principal fortaleza en depuración de aguas residuales, como sistemas primarios y secundarios. Puesto que, además "flotan", permiten fortalecer al resto de tecnologías convencionales allí donde estas puedan necesitar ayuda por motivo de haber quedado infradimensionadas o haber entrado sus componentes en obsolescencia.
Nosotros ya hemos desarrollado numerosos proyectos que han demostrado las bondades de la tecnología como sistema primario y secundario e incluso su compatibilidad con las tecnologías convencionales, fortaleciendo lo que son sus puntos débiles. Estos proyectos han demostrado la utilidad del sistema con superficies que varían entre 1-3 m2/hab. y cuando se trata de compatibilizar con tecnologías convencionales, < 1m2/hab., es lo habitual. Cada diseño se personaliza y adecua a las necesidades reales de presupuesto y superficie, dando un valor fundamental a los costes y riesgos durante la fase de mantenimiento.
Los principales componentes del sistema naturalizado en flotación son "las plantas vegetales" que actúan como motor de inyección de oxígeno y soporte de microorganismos. Cuando se instala un humedal naturalizado en flotación, comienza a depurar desde el principio y elimina los malos olores del agua corrompida en cuestión de días. Con el paso del tiempo el sistema se hace más fuerte, es decir, posee obsolescencia negativa.
Como el sistema no se comporta como un cultivo, desde el punto de vista de la depuración de aguas y la detoxificación de contaminantes, no es necesario podar y extraer las hojas de las plantas de forma sistemática, como algunos autores proponen. Quien se manifiesta así, no ha comprendido aún la diferencia de las interacciones cuando aún, casi con los mismos componentes, se propician por el observador rutas diferentes para la transformación de la materia y la disipación de la energía.
¡TODO ES RELATIVO, PERO TAMBIÉN TODO ES CUÁNTICO!
Por ello, es una tecnología compatible con los principios de la economía circular, que no es otra cosa que decir, con los principios bajo los cuáles funciona la vida en nuestro planeta.
Nosotros, a través de la continua colaboración con centros de investigación y las numerosas experimentaciones propias, hemos conseguido hace más de 10 años comprender estos fundamentos y darles una utilidad: LA DEPURACIÓN DE AGUAS RESIDUALES. Todo lo cual hemos ido reflejando en los correspondientes documentos que han quedado registrados en la propiedad intelectual.
La principal ventaja que se obtiene de todo ello es la reducción de costes y residuos en origen. Con nuestros diseños y mantenimientos estamos demostrando que, el camino hacia el resido de KILÓMETRO CERO, está cada día más cercano.
Ya expondremos otro día cómo se traduce esto en el coste €/m3 de agua tratada.