domingo, 6 de junio de 2021

LOS HUMEDALES NATURALIZADOS EN FLOTACIÓN DEPURAN LAS AGUAS RESIDUALES Y SON SUMIDEROS DE CO2. POR ELLO SON UNA HERRAMIENTA IMPORTANTE EN LA ECONOMÍA CIRCULAR.

Para formar un filtro de macrofitas en flotación "FMF", es necesario emplear un sistema que favorezca una rápida colonización de la lámina del agua. De esta forma se consigue obtener unos rápidos resultados con respecto al principal objetivo, la mejora de las aguas contaminadas o eutrofizadas.


Con el paso del tiempo hemos observado que el sistema funciona, en sí mismo, como un ser vivo. Es decir, posee dinámicas e inercias propias relacionadas, principalmente, con el ambiente circundante y las técnicas de gestión empleadas.

La evolución del sistema puede ser muy distinta en función de parámetros diferenciadores como el clima, el agua, la botánica, la fauna, las prácticas de manejo, etc…

De forma similar a lo que pretende un técnico, cuando introduce en un ecosistema degradado una especie pionera para que, con el paso del tiempo, propicie la mejora de ciertos parámetros ambientales que, a su vez, favorecen la reintroducción de otras especies más “valiosas”; la introducción de ciertas especies pioneras en la instalación del sistema “FMF” propiciará las condiciones para que se conforme un ecosistema que, según las condiciones ambientales y la prácticas de manejo, consiga mejorar la calidad de las aguas.

La instalación del “FMF” propicia la formación de un ecosistema “nuevo en flotación”, cuyo principal cuerpo de base es el suelo, como sucede en cualquier ecosistema terrestre. No en vano las macrofitas prioritariamente empleadas en la conformación del “FMF” son enraizadas y emergentes.

Este “nuevo suelo flotante”, originado por la implantación del sistema “FMF”, se conforma como estructura ambiental “SFfmf” y es diferente al de otros casos similares existentes en la naturaleza. Existen ejemplos similares de distinto origen y/o características, por ejemplo las turberas flotantes.

No obstante, este nuevo suelo flotante “SFfmf”, además de surgir por un proceso evolutivo diferente, está conformado por un perfil distinto al de otros ejemplos similares. Se encuentra constituido por diversos horizontes que interactúan entre sí y que pueden ser manejados según el objetivo de depuración o mejora a conseguir, en el agua o en el ecosistema.

Una característica diferenciadora de este suelo flotante es su capacidad de fijar CO2, mientras colabora con la depuración de las aguas contaminadas, favoreciendo la no colmatación de los flujos hidráulicos.