Los humedales son un importante reservorio de agua y eminentes contribuidores a la fijación de carbono a nivel mundial, funcionan como depuradoras naturales. A lo largo de la historia reciente de la humanidad se han ido desecando para ganar tierras de cultivo y otros usos que hoy en día pueden ser sostenibles o no.
Todo ello trae consigo que los Estados estén desarrollando legislaciones conservacionistas para con estos ecosistemas. Pero muchas veces en los matices y en el manejo de los conceptos puede estar el acierto o fracaso de las mismas.
Hoy, desde ARCADIA INGENIERÍA nos parece interesante tratar sobre lo que se divulga la siguiente noticia:
" LA EXTRACCIÓN DE LITIO ESTÁ EN RIESGO POR LA LEY DE HUMEDALES..."
Es de sobra conocido que el litio es un importante mineral, necesario para el desarrollo de la industria de las baterías que se emplean hoy para el almacenamiento de la energía en los vehículos e instalaciones eléctricas. Esta producción forma parte de una estrategia para la reducción en la emisión de gases provenientes del carbono que se encuentra acumulado en los combustibles fósiles.
Puedes leer más sobre ello en la siguiente publicación del pasado 26 de septiembre en el medio digital El Tribuno:
El litio está en riesgo por la ley de humedales.
En la noticia podrás leer que se advierte sobre necesidad de "buscar un sano equilibrio entre el cuidado del medio ambiente y la producción".
Algo sobre lo que se lleva décadas hablando, al menos en España, como puedes comprobar en las palabras que le dirigió un pastor cántabro a Félix Rodríguez de la Fuente a cerca de la producción de carne y la conservación del lobo:
"LA NATURALEZA VA COMPAGINADA CON EL PROGRESO DE LOS PUEBLOS".
Puedes consultarlo en el siguiente enlace publicado en Jara y Sedal.
Conversación de Félix Rodríguez de la Fuente con un Pastor cántabro.
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«Caducaban las aves en los vientos,
y expiraba decrépito el venado:
grande vejez duró en los elementos.
Que el vientre entonces bien disciplinado
buscó satisfacción, y no hartura,
y estaba la garganta sin pecado.
Del mayor infanzón de aquella pura
república de grandes hombres, era
una vaca sustento y armadura.
No había venido al gusto lisonjera
la pimienta arrugada, ni del clavo
la adulación flagrante forastera.
Carnero y vaca fue principio y cabo,
Y con rojos pimientos, y ajos duros,
tan bien como el señor, comió el esclavo.
Bebió la sed los arroyuelos puros;
después mostraron del carchesio a Baco
el camino los brindis mal seguros.
El rostro macilento, el cuerpo flaco
eran recuerdo del trabajo honroso,
y honra y provecho andaban en un saco.
Pudo sin miedo un español velloso
llamar a los tudescos bacchanales,
y al holandés, hereje y alevoso.
Pudo acusar los celos desiguales
a la Italia; pero hoy, de muchos modos,
somos copias, si son originales.
Las descendencias gastan muchos godos,
todos blasonan, nadie los imita:
y no son sucesores, sino apodos.
Vino el betún precioso que vomita
la ballena, o la espuma de las olas,
que el vicio, no el olor, nos acredita.
Y quedaron las huestes españolas
bien perfumadas, pero mal regidas,
y alhajas las que fueron pieles solas».
FRANCISCO GÓMEZ DE QUEVEDO VILLEGAS Y SANTIBÁÑEZ CEVALLOS (1580-1645).
